lunes, 1 de septiembre de 2014

Leyendo e interpretando huellas (I)

Es lo que hacemos habitualmente. Recorremos caminos que otros han caminado antes. Queda poco territorio inexplorado, pero todo por “recaminar”, por “repensar”... Quienes nos precedieron, en ocasiones, han dejado huellas visibles que podemos interpretar y que pueden servirnos para iniciar nuevas rutas o definir nuevas estrategias. En todo caso, sus testimonios, sus vivencias suelen orientarnos si tenemos la consideración de leerlas y pensarlas.

Tomemos el ejemplar número 1188 de Babelia (suplemento cultural de El País del sábado, del 30 de agosto de 2014). Una página entera está dedicada a reproducir una conferencia dada por Jaume Vallcorba (editor y creador de Quaderns Crema y Acantilado), en la que habla de su oficio: “… Editar (y empecé muy joven, en el colegio, con una revista en ciclostil, y años después continué en una colección con vagos tintes de vanguardia) ha sido para mí, desde el principio, proponer a unos amigos que no conocía una lectura que pensaba que les podía gustar, estimular y enriquecer. Estoy convencido de que un libro es capaz de modificar a su lector por el simple hecho de haberlo leído; que puede cambiar, en el lector, algo importante. Porque leer es dialogar, es <escuchar con los ojos a los muertos y tener conversación con los difuntos>, como decía Quevedo siguiendo un viejo y noble lugar común. Con pocos libros se puede tener al alcance el pensamiento humano, y del diálogo con él deriva, es sabido, cualquier conocimiento y cualquier construcción de una personalidad, ya sea individual o social…” 
Muy interesante todo su discurso, que puede leerse íntegramente en este enlace:

Del párrafo anterior, podemos extraer, al menos un par de ideas, aplicables a la escuela. La primera tiene que ver con las publicaciones que podemos hacer desde el aula o desde la escuela. Igual hay que aclarar que la palabra “ciclostil” es sinónima de multicopista; máquina ya desterrada pero que utilizamos profusamente en el pasado para reproducir documentos informativos y de trabajo para el profesorado, las familias y el alumnado. Pensemos en la autoedición; en la posibilidad de editar diferentes materiales desde las aulas o desde la biblioteca escolar que lleguen a chicos y chicas, a sus familias, al profesorado y tengamos ejemplares para intercambiar…

La segunda idea, para debatir o para explorar, es el concepto y significación del libro, en nuestras aulas y con nuestros escolares (y entre nosotros, los maestros y maestras, claro). Y dejo abierta la idea en cuestión para que cada cual piense en las posibilidades que ofrece enfrentar ese interrogante y darle respuesta; pero es una buena oportunidad para conocer los gustos, la predisposición y compromiso de nuestros escolares con el libro y la lectura… Puede señalarnos caminos y tendencias y ayudarnos a definir estrategias, estímulos y actuaciones concretas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario