lunes, 29 de septiembre de 2014

Mafalda cumple 50 años

El 29 de septiembre de 1964: La tira Mafalda comienza a publicarse en la revista semanal Primera Plana a razón de dos por semana. Hoy, precisamente, cumple 50 años, justo el día en el que el contador del blog nos dice que se han superado las 40.000 visitas.

Cinco cosas de Mafalda que tal vez no sabías

Este lunes, la caricatura más famosa de Quino cumple 50 años desde su primera publicación.

La niña más famosa de Argentina ya tiene 50 años. Mafalda, el personaje más querido de Joaquín Lavado, "Quino", cumple este lunes medio siglo desde cuando apareció por primera vez en la revista Primera Plana. Además, Argentina celebra también los 60 años de la primera publicación del "padre" de Mafalda como dibujante de humor gráfico. Pero ¿conoces realmente a Mafalda? Sí, seguramente que sabes de sobra que ella odia la sopa y ama a los Beatles y el Pájaro Loco. No es lo único. Estos son otros datos menos conocidos por los lectores de la niña más contestataria del humor gráfico latinoamericano.


1. Mafalda fue concebida para anunciar electrodomésticos
La misma niña que tanto reflexionó sobre el capitalismo, la economía y el orden mundial es fruto  de la sociedad de consumo. Al poco de publicarse en 1963 el libro Mundo Quino, el primero de humor gráfico de este dibujante argentino, a Joaquín Lavado le pidieron diseñar a una familia de personajes para poder promover los electrodomésticos Mansfield de la firma Siam Di Tella en una tira de diario -todos con nombre que comiencen por M-. La niña recibe el nombre de Mafalda –por uno de los personajes de la novela Dar la cara, de David Viñas-, pero la campaña publicitaria nunca vio la luz y Quino guardó a su nena en el cajón. Es finalmente unos meses después, cuando le piden a Quino publicar una tira en el semanario Primera Plana, cuando Mafalda se convierte en papel prensa y comienza su carrera a la fama.

2. Mafalda vivió en San Telmo
Poco se sabía del hogar de la familia de Mafalda, más allá de que ella vivía con su hermanito Guille y sus padres en el departamento E, en un edificio donde habitaba también su amigo Felipe. Pero no todos fuera de Buenos Aires saben que ese edificio existió -y existe todavía- en el barrio porteño de San Telmo, en el número 371 de la calle Chile, muy cerca del hogar de Quino. "Aquí vivió Mafalda", reza una placa en homenaje en el edificio.
Quino también se inspiró en la panadería del padre de un amigo para dibujar el almacén de Don Manolo. Hoy en la esquina de las calles Chile y Defensa una escultura de Mafalda a tamaño real aguarda sentada en un banco la llegada de los turistas y se ha convertido en una de las principales atracciones del barrio.



3. Un libro "para adultos"
- "Te explicaré: los milibares son una medida de presión. Según esté la atmósfera, se dice que hay una presión de tantos mili…"
- "Perdón, papá, yo te pregunté por los milibares; no por los militares" Mafalda
La siempre crítica Mafalda no sentó demasiado bien a algunos sectores. En España, la censura franquista obligó a los editores a ubicar una franja en la portada del primer libro de Mafalda con la que se declaraba una obra "Para adultos". Mafalda también tuvo que enfrentarse a la censura en otros países, como Bolivia, Chile y Brasil. "De entrada no más, la tuve", cuenta Quino sobre la censura y sus primeros trabajos como humorista gráfico. "Me decían: 'Pibe, chistes contra la familia no, militares no, desnudos no. Yo nací con autocensura".


4. Felipe existió realmente, y vivía en Cuba
Al mejor amigo de Mafalda le encanta fantasear, jugar a ser El Llanero Solitario y retrasar todo lo posible los deberes de la escuela. Pero quizá lo que mejor define a Felipe son sus dientes de conejo y su cara alargada, con pelo despeinado. Esas mismas facciones son las del periodista argentino Jorge Timossi, quien trabajó en la agencia cubana Prensa Latina y fue un buen amigo de Quino. "Cuando estuve en Argelia me cayó el primer cuadernito de Mafalda", contó Timossi en una entrevista al diario Perú21 antes de morir en el 2011. "Yo lo vi y pensé: aquí hay algo familiar. Poco después, en Chile, me cayó una dirección suya y le mandé una tarjeta de presentación mía en la que le puse: Quino, confiesa, hijo de p… Y a vuelta de correo, me llegó un afiche con Felipito, que decía: "Justo a mí me toca ser como yo’".

5. Mafalda hasta en la sopa
Mafalda está en todas partes. Y no sólo porque sus libros hayan sido traducidos a 30 idiomas. En el barrio de Colegiales, en Buenos Aires, hay una Plaza Mafalda. Y en el de San Telmo está la escultura de la niña en tamaño real, del artista Pablo Irrgang. Pero también bajo tierra hay un homenaje a la tira. En la estación de Subterráneo de Perú, en la capital argentina, hay un mural de "El Mundo según Mafalda". Y en el metro de París, en la estación Argentine, Mafalda observa atenta desde un mural a figuras de la ciencia, la política y las artes de Argentina, como Jorge Luis Borges.

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Publicado en:
Hoy, precisamente, se ha reunido el Seminario de Biblioteca y Literatura Infantil del colegio y ha decidido que este trimestre impulsará un trabajo y unas actividades en torno a esta celebración; en torno a Mafalda.
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Curiosa entrada de un blog de coleccionismo:


jueves, 25 de septiembre de 2014

Aprovechar las circunstancias y las coincidencias (I)

Diario El País del 25 de septiembre de 2014. 


 En la página 42, publicidad sobre una colección de libros de Julio Verne; textualmente: “las novelas del mayor visionario de todos los tiempos”.
 En la página 43, una noticia titulada: “La nave espacial india ´MOM´ llega a Marte con éxito”. Y subtitulada así: “El país asiático se convierte en la cuarta potencia en el planeta rojo”.


No creo que haga falta dar muchas explicaciones... Hay una conexión entre las dos circunstancias, lo suficientemente potente y atractiva, como para que podamos leer la noticia (y trabajarla, explicarla, ampliarla e investigarla) y presentar la colección de libros de Julio Verne que, supuestamente, debe de haber en la biblioteca escolar (y leer los títulos, algún párrafo inicial, tenerlos expuestos en clase unos días e invitar a tomarlos prestados... Y hacer una pequeña o grande actividad documental sobre el autor francés).


Hay que aprovechar estas circunstancias que nos brindan los medios para convertir el fomento de la lectura en algo que tiene que ver con la vida, puesto que podemos conectar –en este caso- la ficción premonitoria de un genio como Julio Verne, con las últimas noticias de otros genios de la ingeniería espacial... Y todo ello, conectando, por ejemplo, la lectura de un clásico (en papel o en e-book) con la noticia de prensa del día (en papel o en el ordenador o tableta correspondiente). ¿Te animas?

viernes, 12 de septiembre de 2014

Leyendo e interpretando huellas (III)

.. A partir de textos. Los comienzos de las historias, pueden ser un incentivo, a la hora de que los chicos y chicas escriban... En el enlace siguiente hay 23 escritores que han creado otros tantos comienzos para que el alumnado los lea y continúe aquel que más le guste, convirtiéndolo en un relato corto.
Si lo prefieres, puedes hacerlo, dándoles escrito el comienzo de algún libro que te llame la atención, que sea impactante o que creas que les resultará fácil y sugerente; por ejemplo: “Ocurre una cosa graciosa con las madres y los padres. Aunque su hijo sea el ser más repugnante que uno pueda imaginarse, creen que es maravilloso...” Así comienza Matilda de Roald Dahl; a ver quién lo continúa (antes de leer el libro, claro)


(El número 5 de mi colección “Alfabetos”, lleva por título “El comienzo de las historias. UN ABCdario de principios” (2005) y es una selección de los mismos, por orden alfabético para ser continuados...)

.. A partir de imágenes. La artista alemana Sarah Illenberger juega constantemente con objetos cotidianos para crear imágenes extraordinarias. Sarah es una artista multidisciplinar que emplea y combina pintura, escultura, diseño y fotografía. Contemplar este tipo de trabajos, de creaciones, con los chicos, es una manera de aportarles elementos imaginativos que, en alguno de ellos, puede generar deseos personales de crear y siempre serán referencias almacenadas que podrán ser reflexionadas en alguna ocasión futura...




miércoles, 3 de septiembre de 2014

Leyendo e interpretando huellas (II)


Hervé Joncour vivió todavía veintitrés años más, la mayor parte de ellos con serenidad y buena salud. No volvió a alejarse de Lavilledieu ni abandonó jamás su casa. Administraba sabiamente sus haberes, y ello lo mantuvo para siempre al abrigo de cualquier ocupación que no fuera el cuidado de su parque. Con el tiempo, empezó a concederse un placer que antes se había negado siempre: a quienes venían a visitarle les relataba sus viajes. Escuchándole, la gente de Lavilledieu aprendía el mundo y los niños descubrían lo que era la maravilla. Él narraba despacio, mirando en el aire cosas que los demás no veíanDe vez en cuando, en los días de viento, bajaba hasta el lago, y pasaba horas mirándolo, puesto que, dibujado en el agua, le parecía ver el inexplicable espectáculo, leve, que había sido su vida.” (págs. 124-125 del libro “Seda”, de Alessandro Baricco – Anagrama, 2011)

huevos de gusano de seda
Monte Fuji
 ¡Qué bonita expresión: “la gente aprendía el mundo” y qué sugerente esta otra: “y los niños descubrían lo que era la maravilla”. "APRENDER EL MUNDO" (¡qué buen título para un proyecto colectivo de trabajo, desde la biblioteca escolar, que involucre a todo el centro!) Hablar, contar, mirar, escuchar, leer… Todos esos verbos los podemos conjugar en una sesión (en clase o en la biblioteca) en la que alguien cuenta el último viaje (y se ayuda de fotografías proyectadas, por ejemplo). El señor Joncour del relato, es posible que tuviera una capacidad extraordinaria para contar sus viajes, dejando embelesados a sus oyentes, pero también las maestras y maestros, algunas madres o padres; alguna persona de nuestro pueblo o ciudad que sabemos que ha realizado un viaje extraordinario; chicos y chicas que hayan viajado recientemente, etc. pueden contar sus aventuras viajeras y ayudar al alumnado a “aprender el mundo”…

La “maravilla” es la posibilidad de comunicar nuestras experiencias; es ayudar a ver, leer e interpretar un libro relacionado con lo que estamos comunicando; es compartir vivencias, hacer preguntas, sorprenderse ante el relato o ante las imágenes aportadas… La lectura de libros, de textos escogidos, de algunos artículos de revistas o periódicos, de entradas en algunos blogs… –si estamos atentos y atentas- nos ofrecerán esos recursos que la gente suele demandar en formato listado cerrado, pero que deberemos descubrir por nuestra cuenta y luego, ya si acaso, se los ofreceremos a nuestros compañeros para compartir el descubrimiento y hacer juntos el camino de su aplicación escolar.


Por cierto, si no habéis leído esta novela breve de Baricco y tenéis oportunidad de hacerlo, os la recomiendo.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Leyendo e interpretando huellas (I)

Es lo que hacemos habitualmente. Recorremos caminos que otros han caminado antes. Queda poco territorio inexplorado, pero todo por “recaminar”, por “repensar”... Quienes nos precedieron, en ocasiones, han dejado huellas visibles que podemos interpretar y que pueden servirnos para iniciar nuevas rutas o definir nuevas estrategias. En todo caso, sus testimonios, sus vivencias suelen orientarnos si tenemos la consideración de leerlas y pensarlas.

Tomemos el ejemplar número 1188 de Babelia (suplemento cultural de El País del sábado, del 30 de agosto de 2014). Una página entera está dedicada a reproducir una conferencia dada por Jaume Vallcorba (editor y creador de Quaderns Crema y Acantilado), en la que habla de su oficio: “… Editar (y empecé muy joven, en el colegio, con una revista en ciclostil, y años después continué en una colección con vagos tintes de vanguardia) ha sido para mí, desde el principio, proponer a unos amigos que no conocía una lectura que pensaba que les podía gustar, estimular y enriquecer. Estoy convencido de que un libro es capaz de modificar a su lector por el simple hecho de haberlo leído; que puede cambiar, en el lector, algo importante. Porque leer es dialogar, es <escuchar con los ojos a los muertos y tener conversación con los difuntos>, como decía Quevedo siguiendo un viejo y noble lugar común. Con pocos libros se puede tener al alcance el pensamiento humano, y del diálogo con él deriva, es sabido, cualquier conocimiento y cualquier construcción de una personalidad, ya sea individual o social…” 
Muy interesante todo su discurso, que puede leerse íntegramente en este enlace:

Del párrafo anterior, podemos extraer, al menos un par de ideas, aplicables a la escuela. La primera tiene que ver con las publicaciones que podemos hacer desde el aula o desde la escuela. Igual hay que aclarar que la palabra “ciclostil” es sinónima de multicopista; máquina ya desterrada pero que utilizamos profusamente en el pasado para reproducir documentos informativos y de trabajo para el profesorado, las familias y el alumnado. Pensemos en la autoedición; en la posibilidad de editar diferentes materiales desde las aulas o desde la biblioteca escolar que lleguen a chicos y chicas, a sus familias, al profesorado y tengamos ejemplares para intercambiar…

La segunda idea, para debatir o para explorar, es el concepto y significación del libro, en nuestras aulas y con nuestros escolares (y entre nosotros, los maestros y maestras, claro). Y dejo abierta la idea en cuestión para que cada cual piense en las posibilidades que ofrece enfrentar ese interrogante y darle respuesta; pero es una buena oportunidad para conocer los gustos, la predisposición y compromiso de nuestros escolares con el libro y la lectura… Puede señalarnos caminos y tendencias y ayudarnos a definir estrategias, estímulos y actuaciones concretas.